Una ciudad debe ofrecer al habitante y al visitante una lógica en la ordenación de los edificios y en la articulación de los mismos. La ausencia de esta lógica, además de puntos de referencia poco visible, puede dar a las personas la sensación de encontrarse perdidos, con lapsos de ansiedad y pánico. En algunas ocasiones se ha optado por el exceso de señalizaciones para resolver el problema de la falta de lógica evidente, pero la solución urbanística indica que en lugar de letreros que pueden confundir por su cantidad de información o ser ignorados, se deben resaltar los elementos importantes de la ciudad como los hitos, nodos, o elementos naturales como los ríos, las plazas, los jardines y aún las torres de las iglesias.

Ver también: Vista Nocturna
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