Incorpora a la arquitectura parámetros ambientales y climáticos y los transforma en confort y forma por medio del adecuado uso del espacio, materiales e instalaciones. Con ello se optimizan las formas arquitectónicas, se resuelve mejor la orientación, se aprovecha la energía solar transformándola en calor y electricidad y se reintroduce el mayor número de materiales naturales como la madera, a diferencia del concreto. Por sus características, se suele aplicar en terrenos grandes y sin construcción previa ya que en la actualidad muchas de las construcciones creadas bajo otros parámetros no se pueden adaptar integralmente a estas necesidades ecológicas. |