LA ESCALA HUMANA DE LOS GRIEGOS.

Por Francisco J. Pérez / Jorge Ledesma / Marco Usabiaga..

Los templos griegos se caracterizan por un defecto y por una gran virtud. El defecto es el desconocimiento del espacio humano, es decir, no existe una concepción espacial interna, esto se debe a que el espacio interno del templo nunca fue pensado para que respondiera a funciones e intereses sociales, sino que era creado para que moraran los dioses y no los fieles, ya que el culto se realizaba fuera del edificio. El interior del templo era un lugar literalmente cerrado.

La gran cualidad era la escala humana, puesto que todas las mediciones y dimensiones de los edificios tenían relación directa con las medidas del hombre y el gran trabajo escultórico presente en casi todos los elementos constructivos del templo lograba engrandecer estas edificaciones.

Si bien es cierto que en cuanto a una concepciòn espacial en obras griegas se podrá encontrar un ejemplo de cómo no hacer arquitectura, también es verdadero que aquella persona que mire este espacio como una escultura, encontrará una magnificiente obra de arte en todos los sentidos escultóricos.

Los elementos que constituyen el templo griego son: una plataforma levantada sobre el suelo, una serie de palos de bolos apoyados sobre ella y una arquitrabe continuo que sostiene el techo. También existe una cela , la cual es el único espacio existente, pero carece de toda creatividad, ya que se reduce a un lugar cerrado sin pensar en funciones ni intereses sociales, algo típico de la escultura.

Este tipo de arquitectura fue retomado en el siglo XIX en el neogrecisismo, pero solamente fue para satisfacer temas monumentales, como elementos decorativos, nunca como arquitectura. Y estos espacios neoclásicos son solamente paredes exteriores que esconden lugares internos que conservan todo lo negativo de la arquitectura griega, y carecen de la importancia de la escala humana.

El Espacio Estático de la Antigua Roma

Al pasar a la arquitectura romana la veremos desde un perfil no estético, ya que lo grande de este tipo de construcciones no es su decoración sino su gran manejo de espacios internos, y no por no ser una "obra de arte" dejará de ser llamada arquitectura.

Este tipo de edificaciones se distinguía por su escala monumental, nueva técnica constructiva de arcos y bóvedas que reduce las columnas y arquitrabes (utilizados comúnmente en construcciones griegas) a motivos ; el sentido de los grandes volúmenes en los aljibes, en los túmulos, en los acueductos y en los arcos; las poderosas concepciones espaciales de las basílicas y de las termas; una conciencia altamente escenográfica; y si bien los arquitectos constructores romanos no tenían el manejo en la plástica de los griegos sí tenían un sentido incomparable del espacio interno.

La arquitectura romana no fue totalmente pura ya que renunció a su propio estilo adoptando sistemas constructivos de otras civilizaciones, como las columnatas griegas al interior, y utilizaron el arco egipcio y la bóveda romana.

Los espacios romanos son totalmente estáticos, ya que en los interiores de planta circular y rectangular existe gran simetría, autonomía absoluta en los interiores rodeados de gruesa mampostería y grandiosidad de escala monumental. El motivo de este monumentalismo era representar una afirmación de autoridad, constituye el símbolo que domina a la multitud de los ciudadanos y que hace presente el Imperio, potencia y razón de toda la vida. Este tipo de escala no está ni pretende estar relacionada con la escala humana, ya que esto le quitaría esa sensación de gran poder.

Bibliografía: Zevi, Bruno. "Saber ver la Arquitectura".