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PROYECTOS Y OBRAS.
Iglesia de la Soledad.
Un determinante
en la construcción de esta iglesia en el siglo XVII, es que se encuentra
dentro de una zona sísmica importante, es por eso que como muchas otras
edificaciones, esa iglesia cuenta con muros masivos, con torres de campanarios
no muy altas, cúpulas bajas y sin tambor. Pero no por esto, se privó
de unas fachadas con gran riqueza plástica, y motivos escultóricos.
Dicho esto, en la iglesia de la Soledad destaca el tratamiento de los contrafuertes,
que enmascaran las necesidades estructurales de la construcción y dan,
en conjunto, un gran dinamismo a los muros. La fachada principal es, en efecto,
como un gran retablo monumental. En los primeros cuerpos se disponen órdenes
dóricos y jónicos, mientras que en el tercero se emplean columnas
salomónicas.
Los contrafuertes laterales quedan integrados en la composición de
la portada. La acusada horizontalidad del conjunto está marcada por
los entablamentos corridos sobre las distintas calles verticales, que se aparta
del estilo de las construcciones de la meseta mexicana, más atrevidas
y estilizadas en altura. Entre los motivos ornamentales, destaca el empleo
de arcos de medio hexágono y conopiales, así como el follaje
menudo que adorna las enjutas del ingreso.
Redactado por: E. Arq. Iván Alonso Herrera Tinajero.