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RICARDO LEGORRETA.
Proceso de Diseño.
Cada persona tiene su propia manera de hacer las cosas, especialmente si se trata de una actividad creativa. Para mí, lo más importante es establecer una filosofía de diseño. Cada edificio necesita y debe tener su propia filosofía.
Cuando recibo un encargo paso muchas semanas sin dibujar. Durante ese tiempo pienso en el proyecto todo el día: mientras me visto, como, escucho música, etc.., pero especialmente cuando veo libros y visito lugares de inspiración, que tienen alguna relación con el problema. Algunas veces visito proyectos similares pero es más con el fin de observar detalles técnicos y aspectos funcionales.
Poco a poco empieza a adquirir forma en mi menta la filosofía del proyecto y de repente tengo la sensación de que está listo: es cuando empiezo. Cuando llega ese momento siento una emoción muy especial. Siento ganas de tomar el lápiz y empezar a dibujar líneas, cuadrados, círculos y formas, y la hoja de papel empieza a vivir, mi imaginación vuela, y las formas se crean, aparece la arquitectura ¡este es el momento de la inspiración!
El enfoque intelectual de la arquitectura, el que necesita explicación, a menudo no ayuda a dar forma a un buen edificio. El enfoque intelectual restringe la imaginación y destruye las emociones que son tan importantes al crear arquitectura. El proceso se puede comparar con el amor: el amor intelectual no perdona, el amor emocional tiene raíces profundas. La espontaneidad al diseñar deja una huella de los sentimientos del diseñador y deja una huella de los sentimientos del diseñador y echa a andar la imaginación del observador para soñar con arquitectura. Usualmente sueña colores, muros, misterio, intimidad y otras cualidades que me interesan a mí en lo particular como persona y como mexicano.
Dibujo croquis que representan la filosofía para el edificio, y sólo cuando tengo una solución que me gusta filosóficamente, empiezo a estudiar el programa en detalle con respecto a la función y otros aspectos prosaicos. Cuando tengo plantas, cortes y elevaciones que reflejan los requisitos filosóficos y funcionales, le pido a mi equipo que haga maquetas, y una vez que me gustan los conceptos, se inicia el proceso de desarrollo, ayudado por un arquitecto asociado y mi maravilloso equipo de maquetas. A partir de entonces se efectúa un seguimiento continuo. Veo cada detalle, desde la planta principal hasta las lámparas y perillas de puertas. Ese es el ámbito de la arquitectura.