Desde las primeras civilizaciones hasta nuestros días, la religión ha ocupado un lugar preponderante en la humanidad y ha sido un factor determinante de la forma urbana. Basta recordar: Los lugares de culto aislados como el Tibet y Teotihuacán. Las reconocidas ciudades de culto como Atenas, y su "Acropolis" en Grecia y la actual Ciudad del Vaticano, con la "Basílica de San Pedro". En la Edad Media y Renacimiento muchas poblaciones nacieron al rededor de la iglesia, pues eran conocidas como los únicos centros educativos y artesanales. No olvidamos las corrientes artísticas del Románico Gótico y Barroco, con sus grandes Catedrales, como la de la Ciudad de México (construida sobre el principal centro ceremonial de los aztecas). Ni tampoco dejamos a un lado las Mezquitas ni los Centros Budistas en Oriente pues entre todos estos, hacen de la vida del hombre, su historia.